Doña Barbara


Género: Costumbrista latinoamericano y aventura.

Valoración: 5 lentes y el Picalibro de ORO.

Autor: Rómulo Gallegos.

Año de primera publicación: 1929.

Ambientada en los llanos venezolanos, sin especificar las fechas, pero es tan aplicable en la época de su escritura: 1929 como hoy en día.

Desde el comienzo, la novela Doña Barbara, nos presentan una batalla desigual: la belleza y la barbarie junta del llano y el Orinoco, con la fuerza de "El Miedo" (nombre de la hacienda, y nombre de la mayor ventaja de Doña Barbara), contra la "amanerada" civilización, de buenas y educadas maneras de ciudad de Santos Luzardo, en un medio tan vasto y abierto que no existe nada para evitar la confrontación, donde la primera va de la mano de la corrupción de la autoridad, de la violencia y de la brujería, contra los principios, el desarrollo y el orden.

Una novela para leer en una sola sentada. 

Sus primeras cincuenta páginas, nos preparan para un conflicto interesante, explicándonos de donde se originan los dos hatos más grandes de la zona, ambos iniciados por una sola familia: Los Luzardos, dueños del hato: "Altamira".

Posteriormente, la familia de separa en ramas, quedando de vida "hacendada" pocos, y así una de las herederas originales, se queda con una parte de la hacienda, y dándole el apellido del esposo: Barquero, naciendo el hato: La barquereña.

Desde allí, ambas familias se enemistaron y fueron sucesivos los asesinatos entre ambos, quedando en la actualidad sólo un descendiente de los Luzardo: Santos y uno de los Barquero: Lorenzo (examante de Doña Barbara y quien termina cediendo la propiedad a la "devoradora de hombres").  Pero, Santos quiere terminar con dicha enemistad absurda, entendiendo que no es necesario seguir por los caminos ya trazados anteriormente. 

Sus dos personajes principales: Doña Barbara (dueña actual de "La Barquereña", llamada ahora: "El Miedo") y Santos Luzardo (propietario de "Altamira"), son personas que asumen la conducción de su propia vida, la modifican desde situaciones de desventajas, aunque con métodos muy diferentes.

Otros personajes son deterministas, y como nacen, así morirán, son parte de la propia naturaleza, donde ya no es posible juzgarlos, sino aceptarlos como son: tiernos, déspotas, violentos, egoístas, cobardes, leales, etc. 

Durante toda la novela, hay una doble seducción: tanto a la vida del llano, como entre los protagonistas, donde la tensión sexual entre estos, fue lograda de forma tan sutil, que uno la palpa, aunque no la lee textualmente.

Sin duda, Doña Barbara es un clásico sobre el destino, sobre la disyuntiva de la violencia vs la convicción, sobre el deseo, los recuerdos y la familia, aunque el final, no me gusta, permite el nacimiento de una leyenda: Doña Bárbara.

Si no la has leído aún, hazlo, no te arrepentirás, aunque posiblemente requieras un poco de paciencia para entender el lenguaje coloquial de los peones de las haciendas del llano venezolano.

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