Como agua para chocolate



Género: Romántico, Costumbrismo Latinoamericano, Realismo Mágico

Valoración: 5 Lentes y el Pica Libro de Oro

Autor: Laura Esquivel

Fecha de primera publicación: 1989.

Esta novela tiene dos características que la hicieron única en su momento: la presencia de recetas reales de tradición mexicana en cada uno de sus doce capítulos y la estructura de folletos mensuales (aunque la historia no tiene una duración de un año, sino todo lo contrario, es teóricamente el desarrollo de toda una vida de tres generaciones de una misma familia, pero presentado en forma de entrega mensual).

La trama versa sobre el amor (único y verdadero), y como este perdura al tiempo y a todas las circunstancias adversas. Sí, sé que esa frase reduce la trama, pero Esquivel logra en una novela muy corta retratar muchísimo más que un amor frustrado, y todo gracias a sus metáforas culinarias, que se descubren como un mundo propio, contextualizado en un México de principios del siglo pasado (1910-1920), con valores familiares rígidos e incluso, logra traer la visión de otra cultura (la norteamericana), para tratar de entender la propia, de forma amena, romántica por una época pasada (a pesar de no coincidir con su visión del mundo), y sobre todo, cercana.

Quien conoció a alguna abuela de la época (nacida entre 1900 al 1925), podrá dar fe de lo cercano a la realidad de su descripción de una vida familiar dentro de una hacienda, igualmente, y esto gracias a un toque de realismo mágico, podrá hacerse eco de la mayoría de las situaciones presentadas en su novela.

Los protagonistas principales son: la época y la cocina, a través de los ojos de Tita, la hija menor de Mamá Elena, la cual tiene la obligación (por tradición familiar) de cuidarla (a su madre) de forma exclusiva (por lo cual no podrá casarse ni tener hijos), lo que le causa un gran pesar, ya que ella se ha enamorado de Pedro.

Pedro, igualmente se ha enamorado y ha ido todo formal a pedirla en matrimonio, lo que Mamá Elena, no consciente y le propone casarse con su otra hija. Pedro acepta, para estar cerca de Tita, aunque dicha decisión condene a tres personas al desamor, la esperanza de estar cerca de la persona amada es suficiente para él.

Hasta acá tienes el comienzo de una historia de amor con muchas posibilidades de catástrofe familiar, pero la cocina, los resultados mágicos y conservar los principios y la moral, como una obligación con uno mismo, por encima de cualquier cosa, hacen que esta historia sea muy diferente a lo una historia de amor, y nos recuerdan, que a veces, los amores madurados por mucho tiempo  la sombra, pueden ser muy incendiarios.

Definitivamente, una lectura muy digerible, bastante más amplia que sólo un aspecto romántico, con destellos de cercanía y de intriga, ya que la suerte de estos amantes platónicos, y el desarrollo del propio México (con tropas, rufianes, revolucionarios, valores familiares y valores de libertad individual), hacen un caldo difícil de resistir.

"Como agua para Chocolate" (que significa agua muy caliente) merece el Pica Libro de Oro, porque además de entretenido, sus recetas se pueden hacer realmente, lo que invita esta novela a hacer, cocinar y probar si en serio, la comida puede tener esos efectos, sobre todo, prueba "Codornices en hojas de rosa", que si funciona, luego me lo agradecerás, salvo que su pareja decida correr desnuda por las calles, y se la lleve un motorizado.

Definitivamente, una lectura para disfrutarla varias veces.

Si deseas ver esta reseña en vídeo, te dejo el enlace: Como Agua Para Chocolate.


Comentarios

Publicar un comentario